se yergue sobre un alto y áspero cerro rocoso que delatan su situación privilégiala y su gran inaccesibilidad, sirvió de defensa para Toledo, mas tarde fue cedido a la orden de Santiago, y sirvió de prisión del estado varias veces, se dice que aquí estuvo prisionero César Borgia.
Como podemos observar, este es otro claro ejemplo de la historia que tienen los castillos toledanos tras sus gruesos muros, tocados ya, por el paso del tiempo.Aquí ya no hay juglares, no se cantan gestas, no están los caballeros con sus pesadas espadas… solamente como moradores están dos perros famélicos, a los que el hambre les obliga a cazar para poder sobrevivir.
A través de sus ojos pudimos observar la soledad y la dureza con la que se vive hoy en peñas negras…
No es un lugar especialmente “misterioso” ya que lo poco que pueda tener, queda oculto por los trabajos de restauración que se están llevando acabo, el andamiaje de su torre principal y la maquinaria repartida por todo el conjunto, hacen obvio la actuación del hombre actual, dejando enterrado esas sensaciones que nos transmiten estos lugares
últimos moradores de Peñas Negras
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